La especie de Árbol Ibirapitá, no se originó en la ciudad porteña, proviene de las selvas tropicales y subtropicales de Sudamérica, sin embargo, ha logrado amoldarse a vivir en el clima de la ciudad siendo muy valorado y simbólico. Su brote se produjo el año pasado, en diciembre de 2023, y cuando esto ocurre «ilumina» por su brillante color amarillo dando luz a las calles y a los parques
Su nombre científico es Peltophorum dubium, aunque en la cotidianidad se lo llama «de madera colorada». Se le identifica comúnmente con el nombre de Ibirapitá y es miembro de la familia Fabaceae, específicamente de la subfamilia Caesalpinioideae.
Su hábitat natural abarca el centro, sur y sudeste de Brasil, así como el sudeste de Bolivia, el centro y este de Paraguay, el noroeste de Uruguay y el noreste de Argentina. Se encuentra principalmente en selvas tropicales y subtropicales de la Provincia fitogeográfica Paranaense, tanto en áreas de selva densa como en los márgenes de ríos y arroyos, en ambientes de selva periférica o en galerías. Sin embargo, también es posible encontrarlo en la ciudad de Buenos Aires.
Este árbol alcanza grandes alturas, generalmente entre 20 y 25 metros. Es inerme y tiene un tronco recto. Su follaje es de un tono verde claro y semipersistente, lo que indica que retiene sus hojas hasta avanzado el invierno. Las hojas son compuestas, bipinnadas y de gran tamaño. Sus flores, de aproximadamente 2 cm de diámetro y color amarillo, se agrupan en inflorescencias que se encuentran en los extremos de las ramas.
Durante el verano y al inicio del otoño, los ibirapitas exhiben sus extensas copas en forma de sombrilla adornadas con flores. En invierno, los frutos comienzan a desarrollarse, son legumbres muy planas que contienen una o dos semillas en su interior.
La majestuosidad de su gran tamaño se ve realzada por la hermosura de sus flores, que se presentan en racimos de un vibrante color amarillo. Esta característica, junto con su follaje continuo de tono verde, lo convierte en un ejemplar único
Los locales, como así también los turistas gozan la hermosura del árbol y su sombra en las calles y en las zonas verdes
Los puedes observar desde el Metrobús en Plaza Italia, ubicada en la avenida Santa Fe entre las calles Darragueira y Thames. Asimismo, hay un corredor en la avenida Forest entre La Pampa y la avenida de los Incas. En el centro de la ciudad, como por ejemplo en la avenida 9 de Julio entre Chile e Independencia, también puedes disfrutar de ellos.
Debido a su gran tamaño, el plan maestro de arbolado de la Ciudad ha previsto desde 2022 la plantación de 243 calles con esta especie, la cual requiere veredas o espacios de considerable amplitud. Por ello, es cada vez más común verla cerca de nuestras viviendas. Por ejemplo, se han añadido nuevos ejemplares en la intersección de la avenida de los Constituyentes con el paso bajo nivel del ferrocarril Mitre. Asimismo, se los pueden apreciar en parques como el Avellaneda, el parque 3 de febrero y el del Centenario en el barrio de Caballito.
Se narra la historia de que el ilustre prócer uruguayo José Gervasio Artigas se exilió en Paraguay, donde el gobierno le otorgó una villa conocida como San Isidro de Curuguaty, ubicada cerca de la capital Asunción. En este lugar, Artigas plantó un ejemplar de Ibirapitá bajo cuya sombra solía tomar mate.
Este árbol dejó una profunda huella en el corazón de nuestros vecinos uruguayos, ya que se dice que el prócer pasó sus últimos años bajo su sombra. Por esta razón, también es conocido como el árbol de Artigas en el país vecino.
En la plaza 25 de Agosto, ubicada entre las calles Heredia, Giribone, Charlone y 14 de Julio, se encuentra un ejemplar histórico que creció a partir de un retoño del “árbol de Artigas”, el cual fue donado a la ciudad por la comunidad uruguaya. De esta manera, este árbol se ha convertido en un símbolo de la amistad entre Argentina y Uruguay.
Arbopedia
A principios de 2022, la Ciudad de Buenos Aires presentó Arbopedia, una plataforma en línea que brinda a los residentes acceso a los planes de forestación, participación en programas de cuidado, campañas de concienciación, censos, descripciones de especies y la posibilidad de conocer todo el arbolado público de la ciudad.
Por Sistema Urbano