El proceso de reciclaje, fundamental para el cuidado ambiental, se presenta de manera sencilla y eficaz. Descubre las claves para realizarlo correctamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El acto de separar los residuos en el hogar se revela como una tarea accesible y significativa. Siguiendo pautas simples, se pueden lograr impactos positivos en el entorno, como ahorro energético, reducción de la huella de carbono y disminución de la cantidad de desechos acumulados.
En el territorio porteño, los residentes cuentan con tres alternativas para gestionar sus materiales reciclables: los contenedores verdes, los Puntos Verdes y la opción de entregarlos directamente al recuperador urbano local.
Es crucial llevar a cabo una correcta separación de los residuos en el lugar de origen, ya que esta acción permite que los materiales sean reciclados y reintroducidos en la cadena productiva.
Una de las preguntas más frecuentes entre quienes desean aprender a reciclar se refiere a qué tipos de residuos pueden ser separados en casa. Los materiales incluyen plástico, papel, cartón, vidrio y metal, como botellas, cajas, bolsas, latas, diarios, frascos y embalajes.
Por otro lado, en los Puntos Verdes de la ciudad se reciben residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEEs), como cables, celulares, computadoras, cargadores, CPU, teclados, transformadores y auriculares. Estos elementos son reparados y donados para su reutilización o reciclaje, contribuyendo así a la valorización de plásticos, vidrios, metales y aluminio.
En estos puntos también se aceptan cápsulas de café, bolsas de alimentos para mascotas, aceite de cocina usado, pilas y “botellas de amor”, que son botellas de PET limpias y rellenas con trozos de plástico de un solo uso, utilizadas para crear madera plástica.
En segundo lugar, es fundamental comprender cómo y dónde realizar la separación de los residuos. Estos deben encontrarse limpios y secos, mientras que los envases necesitan ser enjuagados y dejados secar. Se recomienda disponer de una caja, un cesto verde o un “ecotacho” para identificar estos materiales en el hogar o en la oficina.
A continuación, se encuentran los restos de alimentos, conocidos como “residuos orgánicos”. Estos pueden ser guardados en un recipiente con tapa, siempre y cuando se trate de cáscaras de frutas, verduras, huevos, semillas, carozos, restos de café o té y yerba.
Es importante subrayar que no deben separarse carnes de ningún tipo, ni restos de animales en general, productos lácteos, residuos con grasas o aceite, apósitos, pañales, heces de perros o gatos. Tampoco pueden reciclarse residuos químico-sintéticos, pegamentos, solventes, gasolina, petróleo, aceite de vehículos o pinturas, tabaco, detergentes, productos clorados, antibióticos o medicamentos.
Una vez que los materiales han sido separados adecuadamente, los habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pueden llevarlos a los contenedores verdes, ubicados a una distancia de 150 metros de cada hogar, o a las cooperativas de recuperadores urbanos formalizados presentes en los diversos barrios.
En los Puntos Verdes, los materiales reciclables y los residuos orgánicos pueden ser entregados de martes a viernes, de 14:00 a 19:00 horas, y los sábados, de 10:00 a 18:00 horas. Además, los residuos orgánicos pueden ser llevados a ferias barriales o Puntos Verdes adheridos los jueves, de 14:00 a 19:00 horas.
Para localizar el punto más cercano a su residencia, le invitamos a ingresar a este enlace https://ciudadverde.gob.ar/puntos-verdes/
Para completar el ciclo de reciclaje, las doce cooperativas de recuperadores urbanos que operan en la ciudad cuentan con sistemas especializados para separar, fraccionar y embalar los materiales, convirtiéndolos en materias primas. Los residuos orgánicos, por su parte, son compostados para reducir la cantidad destinada al vertedero.
Por Sistema Urbano